cuidar al

Cuidador

Cuando hablamos de cuidar, atendemos a una serie de factores,
de los cuales podemos destacar los siguientes:

    • Poner diligencia, atención y solicitud en la ejecución de algo.
    • Movilizar a la persona cuidada y velar por su seguridad.
    • Hacerse cargo de la higiene corporal y la vestimenta.
    • Regular la medicación.
    • Gestionar la comunicación en situaciones complejas.
    • Evaluar la presencia de dolor o sintomatología.
    • Informarse de todos los recursos disponibles.
    • Cuidar la alimentación.
    • Organizar y planificar para uno mismo y para otra persona.
    • Cuidar puede ser un proceso largo y agotador, con presencia de una gran carga emocional y física.

Atención

Seguridad

Higiene

Medicación

Gestiónar las comunicaciones complejas

Dolor y sintomatología

Informarse

Cuidar la alimentación

Organizar y planificar

Proceso largo y agotador

EL CUIDADOR

Para describir al cuidador se tienen en cuentan las siguientes características y funciones que tiene que cumplir:
  • 9La persona que se adapta a una nueva situación: afronta la pérdida, realiza multitud de aprendizajes y crea competencias nuevas.
  • 9La persona cuidadora adopta un rol diferente al que tenía previamente.
  • 9Muchas veces se asume de forma espontánea y condicionada por las circunstancias.
  • 9Es la persona que asume gran parte de la responsabilidad.
  • 9La persona cuidadora ha de compaginar los cuidados con su vida familiar, social y laboral.
  • 9En muchos casos, podemos observar sobrecarga, síntomas de agotamiento, sentimiento de soledad, estrés y preocupación.

LA IMPORTANCIA DE CUIDARSE

para poder cuidar al otro, primero he de poder cuidar de mí”.

pensar futuro

CONSECUENCIAS

Armonizar las diferentes esferas de la propia vida suele resultar un proceso complejo.

La situación puede suponer desbordamiento, estrés y conflictos: SÍNDORME DE “BURN OUT”.

Las consecuencias:

Astenia, cefalea, alteraciones de sueño, diabetes, anemia, ulceras gastroduodenal, alteraciones osteomusculares, déficit en el sistema inmunológico,

Ansiedad, depresión, disminución de la autoestima, hiperfocalización personal, presión, sentimiento constante de culpa, temor y preocupación por la pérdida familiar

Aislamiento, falta de tiempo personal, deterioro de la intimidad, disminución de tiempo libre, afecciones laborales

Cuando se adquiere el rol de cuidador, existen una serie de incertidumbres que nos hacen preguntarnos una serie de preguntas:

 

    • ¿Nos acordamos de cuidarnos a nosotros mismos/as?
    • Si lo centramos todo en cuidar a la persona, ¿qué sucede con nuestro equilibrio?
    • ¿Somos conscientes de las emociones que nos despierta cuidar?
    • ¿Siento agotamiento?
    • ¿Siento culpa si dedico tiempo para mí?
    • ¿Me cuido para cuidar mejor? ¿Qué hago para cuidarme?
    • ¿Qué actividades me hacen bien?
    • ¿Cuánto tiempo voy a poder hacer esto?

Para ofrecer unos cuidados de la mejor manera posible y que la persona que ejerce este rol sufra lo menos posibles los efectos adversos que provoca. Existen una serie de consejos que pueden facilitar la mejora de la calidad de vida.

  • Sentirme acompañado por mi red de apoyo natural y buscar recursos comunitarios disponibles como GRUPOS DE AYUDA MUTUA.
  • Disponer de información sobre el proceso de enfermedad y su posible evolución.
  • Solicitar asesoramiento.
  • Saber si se está realizando un cuidado adecuado y ser valorado/a, disponer de las destrezas necesarias para un cuidado de calidad.
  • Cuidar los procesos de comunicación y la relación con la persona atendida, adaptar mi comunicación.
  • Recibir apoyo emocional y soporte del entorno. Pedir ayuda, relevos en el cuidado.
  • Potenciar la planificación de actividades placenteras, ocio, relaciones sociales.
    Crear momentos de respiro.